Nació en Viña del Mar, aunque ha vivido siempre en Santiago. Desde niña fue un ratón de biblioteca y por eso no es raro que trabaje en una. Es cuentacuentos y, desde que empezó a contar historias que otros habían imaginado, quiso inventar las suyas. Por eso se convirtió en escritora. Inventar personajes y pensar en cómo se sienten la mantiene despierta a veces en la noche. Para ella están vivos.